Danza en Espacios es un proyecto impulsado por bailarinas y coreógrafas de Buenos Aires y otras ciudades de Argentina que apuesta a la diversidad de sus componentes.
Nuclea a diferentes artistas independientes a través de la producción de un ciclo de danza itinerante.
Elegimos para el ciclo espacios convencionales o no convencionales, dando a la producción escénica un marco y un sentido particular. Las obras que se presentan se entienden como piezas inacabadas, posibles de ser modificadas, atravesadas, transgredidas y adaptadas en cada espacio que habiten.

“… séase lo mas imparcial posible; acérquese uno a las cosas como si el mundo acabara de ser creado; no se reflexione sobre una cosa hasta matarla, sino déjese aunque cuidadosamente, que se desenvuelva en libertad. Séase sencillo, no mezquino (¡sencillez es una gran palabra!).
Séase antes primitivo que retorcido o ampuloso; no se sea sentimental, pero téngase, en cambio, espíritu. Con ello se ha dicho todo y nada.
Adelante: pártase de lo elemental. Y ¿que quiere decir eso?... pártase del punto, de la línea, de la simple superficie, y pártase del cuerpo. Pártase del color simple, tal como lo hallamos: rojo, azul, amarillo y negro, blanco, gris. Pártase del material, nótese las diferencias de calidad de materiales como vidrio, metal, madera, etc., y asimíleselas en lo más íntimo. Pártase del espacio, de su ley y secreto, y déjese uno embrujar por ellos. Con esto se ha dicho, otra vez, mucho y, también otra vez, nada.
En tanto que estas palabras no se hayan sentido y consumado. Pártase del estado del cuerpo humano, del existir, del estar en pie, del andar. Y finalmente, del saltar y el bailar. Porque, en efecto, dar un paso es un enorme acontecimiento, y no menos lo es levantar una mano, mover un dedo. Téngase tanto respeto como reverencia ante cada acción del cuerpo humano, y sobre todo, en la escena, ese mundo peculiar de la vida, de la apariencia, esa segunda realidad en la que todo se halla envuelto en el resplandor de lo mágico.


Oscar Schlemmer mayo 1929

(el espacio segun borges)

Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.
“Cuando hablamos de espacio escénico damos normalmente mayor peso a la palabra escénico.
Sin embargo es el espacio el que crea la escena.
El espacio late, se acerca, se aleja, se alza, se cae, gira, se segmenta.
El espacio es uno de los objetos de la creación escénica. No es necesario anularlo y atiborrarlo de cosas. Un espacio vacío es un punto poderoso de partida. El espacio genera tensión y relajación entre las formas. Es en el espacio que se verifican las tensiones, los cambios de planos, de proporciones, las dilataciones y contracciones.

El actor no es nada si no conoce el contexto, si no abraza al espacio.
Porque solo dentro de un contexto y un espacio el actor existe y respira.
El contexto es lo que da ido a las acciones.
El llanto de un hombre frente a una muñeca rota no equivale al mismo llanto frente a una mujer muerta. Es otra cosa aunque el llanto sea el mismo.

El espacio es el punto de partida.
Un espacio vacío que un hombre atraviesa.
Pensemos el espacio como un desierto, sobre el que soplan el viento y la arena. Todo lo que exista en el debe ser orgánico, debe resistir al viento y la arena.

El espacio esta vivo.
Cuando lo atraviesas lo hieres debes conocer la intensidad y la dirección de la herida.
El espacio late y el actor se incrusta en su pulso.
Y late con él, o le da el contrapunto, o calma el latido, o lo acelera.

Sin espacio no hay actor.
En realidad, sin espacio no hay nada.”

Textos de:”El tonto del pueblo”, Cesar Brie.